REBIUN, unos comentarios

Hace mucho tiempo que lo pienso y voy a dejarlo escrito para que no se me olvide: que en un país como España los bibliotecarios hayan sacado adelante y mantengan el catálogo colectivo REBIUN es digno de admiración, tiene mucho mérito.

El catálogo REBIUN es una herramienta muy potente, por la cantidad de recursos bibliográficos especializados que reúne, de tantas universidades y centros. Y demuestra una gran capacidad técnica. Pero, además, ha sido impulsado desde la base, gracias al trabajo y al empeño de muchas personas, desde las propias bibliotecas universitarias. No lo ha promovido, ni coordinado, ninguna instancia oficial. Todo lo más, ha recibido subvenciones, o apoyo, cuando el proyecto era ya una realidad en marcha.

El catálogo REBIUN demuestra también una gran voluntad de colaboración, de conjunción de esfuerzos. Dadas las reducidas facilidades que ha tenido, es una pequeña y casi insólita expresión de fortaleza y cohesión del sector de las bibliotecas, en España.

Desde luego, el nombre de la cosa, REBIUN, no fue precisamente un hallazgo del diseño posmoderno. Igualmente, hay numerosos aspectos en los que el proyecto podría progresar, si se desea que se adapte a la velocidad de los cambios del entorno y que fortalezca la proyección pública en la red de las bibliotecas académicas y científicas.

Se me ocurre, por ejemplo, que las sesiones del catálogo deberían ser estables. Ahora se cierran cada muy poco tiempo automáticamente, volatilizándose cualquier tarea emprendida, lo que exige volver a empezar. ¿Qué estrategia puede ser la de un sitio del que se expulsa al usuario a la mínima ocasión? ¿Qué amigabilidad o usabilidad hay en abandonar al cliente que ha osado entrar, en lugar de retenerle el mayor tiempo posible, para ganar cuota de pantalla?

Que los registros carezcan de URL permanente es rasgo común de los catálogos de bibliotecas, pero Worldcat sí las tiene. Ello permitiría a fuentes de las dimensiones de REBIUN que sus registros pudieran usarse como descripciones de referencia en internet, mediante sencillos hiperenlaces, y aprovechar mejor su posible enriquecimiento con sumarios, reseñas, digitalización, etc., lo que multiplicaría los vínculos del público con el sitio.

Es meritorio que REBIUN está enlazado a través de Google, por supuesto. Pero si las bibliotecas quieren competir en la red para ser competitivas en la realidad, conseguida la potencia de la agregación, REBIUN tendría que avanzar más en su propia colocación inteligente en internet, hacia un posicionamiento más abierto y visible.

Digo esto pensando también un poco en el artículo de Fernanda Peset y Tomàs Baiget, Catalogación, sí. Pero ¿cómo?, publicado hace unas semanas en Thinkepi, alrededor de las reglas de catalogación angloamericanas y los OPAC.

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