En los (extensos) dominios de Elsevier también se apuesta por el índice H, lo que es un nuevo espaldarazo a este indicador de análisis de la producción científica, que, curiosamente, no ha sido inventado por los informetristas, sino por un científico, por el físico Jorge E. Hirsch (puede verse otra entrada al respecto en este blog).
Scopus, la gran base de datos multidisciplinar elaborada por Elsevier para cubir ambiciosamente todo el campo de la información científica referencial, calcula ya automáticamente el índice H de los conjuntos de referencias buscados. Frente a la enorme cobertura en revistas indizadas, la limitación de Scopus está en su juventud, que en este caso se traduce en que no calcula el índice H de los artículos anteriores a 1996, porque no tiene datos completos de las citas recibidas. Pero ofrece en compensación interesantes e intuitivos gráficos del índice H calculado en una búsqueda (que ayudan a captar visualmente su valor y significado).
Este nuevo servicio no sólo representa un importante respaldo del mayor editor científico del mundo al índice H como instrumento de evaluación de la ciencia. Al mismo tiempo, es un avance significativo de Elsevier en su lucha por competir con Web of Science (que ya ofrece el índice H desde hace tiempo) y situar a Scopus como una herramienta secundaria clave en el mundo científico, sinérgicamente asociada, como Scirus, a los enormes y valiosos contenidos primarios de los que es propietario.
Por otra parte, la nueva revista de Elsevier, aparecida este año 2007, Journal of informetrics, dedica su número 3 especialmente al índice H: cuatro artículos que analizan en profundidad varios aspectos del tema y relacionan el índice H con otros indicadores.