Hace pocas semanas la empresa ProQuest anunció que había adquido el gestor de referencias RefWorks y ahora acaba de poner en marcha RefAware, una herramienta que proporciona alertas sobre artículos publicados en revistas internacionales.
Aunque se puede contratar por sí solo, RefAware se facilita como un complemento a las instituciones que utilizan RefWorks, cuyos usuarios pueden probar este nuevo servicio dándose de alta con el correo electrónico de su cuenta RefWorks. Con RefAware se pueden suscribir alertas sobre los contenidos que se publican en unas 8.000 revistas científicas (cuya relación se muestra en una ayuda, e incluso hay un formulario para proponer la inclusión de nuevas fuentes). Es posible mantener hasta diez alertas, que se definen mediante palabras clave, títulos de revista o autores.
RefAware permite una sencilla administración de las referencias periódicamente obtenidas y enlazar a los textos completos. Por supuesto, facilita la exportación de los registros seleccionados a RefWorks, o a archivos de texto. De forma opcional, el usuario puede encargar notificaciones por correo electrónico que le avisen de las nuevas referencias encontradas. En definitiva, RefAware funciona de manera similar a un agregador de feeds, pero no requiere suscribir cada feed por separado (de hecho, RefWorks incluye ya un lector de feeds).
Diríamos, pues, que RefAware sirve para alimentar a RefWorks, aparece como un proveedor de referencias, sencillo y general, para el gestor bibliográfico: una forma de suministrar gratuita, regular y fácilmente contenidos directos a las cuentas de RefWorks. Así, la nueva herramienta enriquece al gestor de referencias y refuerza su posición, frente a los productos de Thomson Scientific y especialmente frente a la fuerte asociación ISI Web of Knowledge – EndNote Web.
Desde el punto de vista del usuario, RefAware puede ser otro dispositivo más para capturar información. En comparación con bases de datos especializadas no se ve mayor ventaja que la posible anticipación con que aparecen los contenidos de las revistas (muchas veces en fase de preparación), frente a los servicios de los editores secundarios. Los inconvenientes son la menor cobertura de la documentación (fuentes que no son revistas, etc.) y un peor análisis de la información (descriptores, sistemas de búsqueda, etc.)