Los memes, idea sugerente

El término meme evoca gen, mímesis y memoria, y fue puesto en circulación por Richard Dawkins en 1976 en su célebre obra El gen egoísta, de 1976. Es un concepto, pues, que se incrusta entre la ecología humana y las ciencias cognitivas para dar razón de la evolución sociocultural, esto es, del desarrollo adaptativo de sistemas más complejos aún que los biológicos: los sistemas socioculturales.

El meme sería una unidad ideal de transmisión de información cultural, supuestamente con base neurológica, pero capaz de reproducirse y transmitirse fuera de los sistemas nerviosos, expresándose simbólicamente y codificándose como lenguaje, escritura, información registrada… El meme aparece como la molécula básica de la comunicación hominizadora, vista ésta como un proceso no intencional, no subjetivo y no antropocéntrico de evolución de la materia que se autoorganiza como/sobre información. El meme, como el gen o los virus informáticos es un replicador, un ente que produce copias de sí mismo y se multiplica empleando materiales externos.

El destino de la idea de meme, en su formulación actual, dentro de la ciencia, es bastante dudoso, después de unos años de gran éxito. Pero, cualquiera que sea el futuro de la memética como ciencia, la potencia del meme (¿metáfora, alegoría, modelo?) para representarnos o explicarnos la evolución del conocimiento, la comunicación y la cultura registrada resulta sugerente. Inicialmente me encontré al meme en la obra de Jaume Terradas.

Otra breve presentación de la Memética puede encontrarse entre los Temas candentes del apartado Ciencia y Sociedad, Ateneo, del sitio web Madri+d.

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